O a finales de diciembre de 1609 o a principios de enero de 1610 nació Louise Moillon en Paris, en el distrito Saint-Germain-des-Prés, dónde se refugiaban los protestante perseguidos, dentro de una familia de pintores calvinistas. Tanto su padre Nicolás como uno de sus hermanos, Isaac, lo eran. Comenzó su formación artística con su padre que muere en 1619, después de cuya muerte, la continuó -junto con su hermano Isaac- con su padrastro y segundo marido de su madre, el pintor de naturalezas muertas y marchante François Gardnier.
En 1640 contrajo matrimonio con el hugonote y mercader de madera, Etienne Girardot con quien tuvo tres hijos.
Tras el Edicto de Fontainebleau de 1685, por el que se revocaba el Edicto de Nantes,
la familia Girardot fue perseguida y la propia Louise sufrió
vejaciones. Su marido fue encarcelado y dos hijos huyeron a Inglaterra,
en tanto otro fue convertido a la fuerza.
Murió en París a los 86 años, en 1696.
Louise Moillon se especializó en pintura de bodegones, comúnmente usando pintura al óleo sobre lienzo o panel de madera. También realizó trabajos que contenían principalmente frutas que generalmente estaban dispuestas en mesas. Su trabajo se caracteriza por la quietud y los detalles agudos, como la textura de la fruta exótica que se muestra brillantemente sobre un fondo oscuro. Ella usó elementos de Trompe l'oeil (Trampantojo) para dar a los espectadores una ilusión y hacer que sus pinturas fueran realistas. Moillon también creó repisas en sus piezas que se extendieron hasta el final del marco para mejorar la ilusión.
Aunque Louise Moillon
pintaba bodegones, a veces aparecían figuras humanas en el fondo de sus
piezas. Moillon fue uno de los primeros artistas franceses de
bodegones en combinar figuras y bodegones antes de 1650 junto con otro
pintor llamado Jacques Linard. El estilo de Moillon utilizó
elementos de la pintura flamenca mediante el uso de elementos del trampantojo y el contraste de colores fríos y cálidos junto con aspectos de
la pintura de género francés como se muestra a través del estilo
compositivo de sus pinturas.
La idea de que Louise
Moillon era muy apreciada por sus contemporáneos queda demostrada por
los escritos de Georges de Scudéry (1646) que colocó su nombre junto a
los pintores de bodegones Jacques Linard y Peter van Boucle (Pieter van
Boeckel), comparando a los tres con Miguel Ángel , Aunque siguió pintando después de casada, la mayoría de las pinturas de Moillon fueron
ejecutadas en la década de 1630, antes de su matrimonio en 1640 con
Etienne Girardot de Chancourt. Su último trabajo fechado es de 1674.
Précision et délicatesse, les prunes sont parfaites.
ReplyDeleteCoincido con Manouche, las ciruelas son magnificas, es que mas me ha sorprendido de toda la colección Un abrazo
ReplyDeleteUna maravilla. Las ciruelas claudias están de lo más apetecible.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Precioso los bodegones, dan ganas de comerse algunas de las frutas que hay en ellos ..
ReplyDeleteUn abrazo y muy feliz semana.
Y tenía que pintar rápido antes de que los modelos se marchitaran. Una gran artista la que nos traes. Gracias Myriam. 😘
ReplyDeleteQue talento, el color de las ciruelas lo consiguió exacto... :)
ReplyDeleteBesos y salud
ReplyDelete¿Qué gozada de entrada!
En el 200 aniversario de el Museo del Prado hicimos una entrada sobre mujeres pintoras...estos bodegones y frutas son increibles...
Un abrazo.
Las pinturas son tan reales, que me provocan
ReplyDeleteBesote guapa
Los bodegones son magníficos, las figuras humanas que aparecen no me gustan tanto, pero esas frutas...
ReplyDeleteMaravillosa entrada, con un autora de luz. Muy exhaustivo el post.
ReplyDeleteUn abrazo y gracias por compartir.
Qué delicadeza!!
ReplyDeleteImpresionante, dan ganas de coger una fruta :-)
Musu handi bat.
Olá, querida Myriam, maravilhosas obras de Louise Moillon, aquelas ameixas... rsss, que técnica fantástica!
ReplyDeleteAdoro natureza morta! Postagem nota 1000.
Um beijo, boa semana!
Maravillosa entrada querida Myriam, siempre nos traes cosas muy interesantes de las que aprendo muchísimo.
ReplyDeleteUn abrazo enorme.
La verdad que todos los cuadros son muy buenos, pero me pasa lo que casi a todos los comentarista, las ciruelas están para comérselas.
ReplyDelete¡Cuántas mujeres escondidas que poco a poco, van saliendo a la luz! Y además tienen una muy larga vida para ser del XVII.
Besos