Podrán multiplicarse como hongos, podrán llenar los mapas -una y mil veces- podrán aterrizar en sus pistas aviones de todos los colores y tamaños y sin embargo, nada mejor que el aleteo que te catapulta a la cima y me encuentras en ella ansiando tu arribo, amigo-barrilete.
De momento igual es mejor un buen aterrizaje, sin sobresaltos.
ReplyDelete:-)
Besos.
que lindo es volar...
ReplyDeleteVolare, oh, oh, cantare...
ReplyDeleteNada mejor que te salgan alas para llegar a tu destino. A veces, ese destino no es otro que el de estar allí arriba, encima de las nubes.
Un abrazo, Myriam.
:)
ReplyDeleteSalud y besitos
No me gusta volar...
ReplyDeleteNo me gusta el avión.
ReplyDeletelo de amigo barrilete merece expliación...
ReplyDeleteBesos.
Volar, aunque sea en avión, tiene un toque de aventura apasionante.
ReplyDeleteBesos.
Volar... Toda una aproximación a futuras vivencias e historias...
ReplyDeleteUn abrazo, amiga... Felices días...
¡Hola Myriam!!!
ReplyDeletePerdona mi demora, voy despacito, aunque sea para coger el avión. Me canta volar, he viajado por medio mundo y es una sensación maravillosa como de libertad y además conoces mucha gente... Otras culturas que te enseñan a valorar muchas cosas de la vida.
Ha sido un placer pasar por tu casa.
Te dejo mi inmensa estima y gratitud.
Un abrazo.
Se muy feliz.
O nosso Antonio Carlos Jobim (Tom Jobim), um dos nomes mais importantes da Bossa Nova, não entrava num avião antes de tomar algumas doses de uísque. Somente o álcool tirava-lhe a aflição, que tinha em voo.
ReplyDeleteAbraço, Myriam.
Y a mí que me da miedo volar. ¡Felices viajes siempre!
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