Convocatoria de Mónica desde su blog "Neogéminis" en donde hallarán más relatos
(Imagen de Neogéminis)
Su Santidad el Papa Juan Pablo II
El resentimiento y la inquina son emociones altamente corrosivas que envenenan el alma, lo sabemos todos. El odio que experimentó el ex-sacerdote español Juan María Fernández y Kohn causado por la inconmensurable envidia que sentía desde su ruin mediocridad contra la indiscutible grandeza de Juan Pablo II, le llevó a una venganza planificada durante 6 meses -so pretexto de salvar a la Iglesia- en la que atentó con una bayoneta contra la vida de Su Santidad -Bendita sea su memoria- en Fátima, Portugal, el 12 de Mayo de 1982, cuando justamente el Papa se encontraba en ese Santuario agradeciendo a la Virgen el haber sobrevivido al atentado contra su vida perpetrado por el turco Mehmet Ali Ağca un año antes en la Plaza San Pedro en Roma, con una Browning 9 mm semiautomática, en el que el Sumo Pontífice fuera gravemente herido. El perpetrador era un militante de Los Zorros grises, una organización terrorista ultranacionalista turca.
El Papa perdonó públicamente al perpetrador turco, no así al español ¿Por qué? Sencillamente, porque el primero se arrepintió y el segundo no:
Fernández fue condenado en Portugal a 6 años y medio de cárcel por el atentado al Papa y deportado en 1985. Y según los art. 1331 y 1370 del Derecho Canónico, fue excomulgado. Jamás se arrepintió. (Posteriormente atacó también a la rama de Bruselas del Partido Vasco, al Rey Alberto II de Bélgica e incluso a Juan Carlos I de España, entrando y saliendo de prisión entre uno y otro de los crímenes).
Ağca había matado antes (1ro de febrero de 1979) al periodista, intelectual y activista de DDHH Abdi Ipekçi. Por ambos delitos fue condenado y sentenciado a prisión de por vida, sirviendo 19 años en Italia y 10 en Turquía, cumplidos éstos se le permitió salir de Prisión. Después de la Navidad de 1983, el Papa Juan Pablo II lo visitó en prisión. En 2007, a los 27 años desde su intento de asesinato al Papa, Ağca se convirtió al catolicismo y el 27 de Diciembre de 2014 visitó y puso rosas blancas en la Tumba del Pontífice a propósito de la canonización del Papa, mostrando a lo largo de los años un arrepentimiento genuino.
In memoriam P. Ioannis Pauli II, Fomentador incansable del entendimiento entre los pueblos y los credos, durante sus casi 27 años de Pontificado y 129 países visitados. Canonizado el 27 de Diciembre de 2014.
Recordemos siempre que perdonar no implica condonar, excusar, minimizar u olvidar la afrenta. Tampoco implica la represión de los sentimientos de ira de la victima o ignorar la responsabilidad del causante del daño. Y menos, el hecho de perdonar implica una reconciliación de la víctima con el perpetrador/a. Sin embargo, perdonar - y perdonarse- resulta beneficioso para la salud emocional de quien lo hace y es el mejor corolario al proceso de sanación.
Haces una refelexión, con datos más que aplastantes, de que si no hay arrepentimineto, el perdón no es posible. Y hay demasaiados actos horribles, pienso en pederastia, de los que quien los perpetran, no se arrepienten.
ReplyDeleteMuy bueno. Un abrazo, y feliz día
Me ha gustado mucho la reflexión final, siempre digo que el rencor solo hace daño a la persona que lo siente y muy a menudo no, a quien lo provoca.
ReplyDeleteUn abrazo.
El rencor solo destruye. Huyamos de él.
ReplyDeleteBesos, Myriam.
Porque el que perdona está en paz y supone un descanso psicológico para el que fue víctima, distanciándose moralmente del verdugo. Una manera de decir (sin decirlo expresamente): no somos iguales. Yo soy éticamente superior a ti, porque soy capaz de perdonarte aunque no olvido.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Muy buena tu reflexión final, creo que el perdón no es olvidar lo ocurrido, porque el hecho paso y debe ser expuesto para que no vuelva a ocurrir. Me gustaron tus palabras. Un abrazo y siempre nos dejas con detalles que no se escapan jajja
ReplyDeleteNo perdonar, que no significa olvidar, no trae nada bueno. Es como una mala hierba que crece en nuestro jardín. No nos deja avanzar.
ReplyDeleteNo conocía muchos de los datos que has expuesto en tu texto. Algunos los tenía olvidados pero has hecho una exposición francamente buena.
Un beso muy grande, Myr.
Feliz semana.
Tu relato lo recuerdo como hubiese ocurrido hoy.
ReplyDeleteSin arrepentimiento efectivamente no puede haber perdón, para perdonar es imprescindible que ese hecho se produzca.
Has hecho una estupenda exposición.
Un fuerte abrazo.
Aleccionante el texto, y viene como anillo al dedo, por estos días cuando en Colombia se busca la reconciliación nacional, por el fenómeno de la violencia. Un abrazo. Carlos
ReplyDeletela grandeza humana se evalúa por hechos, no por gestos. En tiempos de farsas de caretas e índices de audiencia en estudios de masas, encontrar una persona ejemplo de amor al prójimo, nos enseña el camino a seguir. Has traído dos ejemplos perfectos para discernir entre protagonistas una vez más agradezco tu bien hacer. Un abrazo
ReplyDeleteNo recordaba este segundo atentado hacia Juan Pablo II. Para que el perdón llegue, obviamente antes debe haber un arrepentimiento genuino, de otra forma termina cediéndose ante el mal que busca atacar a quien se le oponga. Un post para reflexionar el tuyo, Myriam. muchas gracias por sumarte. Un fuerte abrazo
ReplyDeleteMyriam, nos recuerdas en tu estupendo Post, unos hechos que acontecieron en un pasado no demasiado lejano.
ReplyDeleteA mi me parece que el perdón, no debería hacer distinciones, entre los que se arrepienten y los que no se arrepienten. Es más, si me permites mi punto de vista, en ambos casos el motivo fue el mismo. El origen del odio :El Fanatismo...Una palabra que con solo nombrarla me eriza el vello. Contra esa enfermedad mental es muy difícil luchar y vencer.
Un abrazo enorme.
No hay perdón sin arrepentimiento
ReplyDeletebesosss
Interesantes historias , las que aportas para documentar el tema que nos trae hoy por aquí y llegar a la última conclusión que es brillantísima.
ReplyDeleteABRAZO FUERTE
HOLA A TODOS: muchas gracias por vuestros comentarios.
ReplyDeleteSiempre es una alegría tenerlos aquí.
Abrazos a todos y a cada uno.
Qué historia, no sabía nada de este personaje. Es aterrador y perdonarlo tiene que ser difícil, no sé si alguien podría cuando fue a sangre fría y con total convicción del agresor.
ReplyDeleteExcelente trabajo Myriam, minucioso, serio, coherente.
Y magnífica la reflexión.
Abrazos
Como siempre nos dejas con la boca abierta al refrescar con abundantes datos esa parte de la historia y además haces una gran reflexión sobre el perdón.Todo un gran relato que nos lleva revivir esos momentos históricos y a plantearnos debidamente el significado del perdón.
ReplyDeleteBueno, muy bueno,Myriam.
Un abrazo.
Siempre que paso por tu blog aprendo. No sabía sobre ese segundo atentado ni sobre el personaje rencoroso y envidioso a la vez. Que bello es poder perdonar cuando hay un total arrepentimiento. Besos.
ReplyDeleteReflexionando nos dejas, Myriam.
ReplyDeleteEsto me recuerda a una notica que leí hace tiempo y me impactó muchísimo: Balal fue condenado a morir ahorcado por haber matado a puñaladas a un hombre en una riña en 2007. Se subió al patíbulo en 2014, pero en el último momento la madre de la víctima le dio una bofetada que le perdonó la vida.
La conclusión que yo saqué es que el perdón nos permite seguir adelante y evita que haya más sufrimiento.
Aquí te dejo el link: https://www.elmundo.es/television/2015/02/12/54dcf85bca474119388b4577.html
Un besazo
DAFNE: muchas gracias por el artículo, no conocía el tema. Emocionante que la nadre de la víctima perdone a homicida. Besos
DeleteLUZ, JOSE LUIS, MOLI: mil grscias por vuestras cariñosas palabras. Besos a repartir.
ReplyDeleteASÍ SE HA DE PERDONAR A LA IGLESIA POR SUS CRÍMENES A LA HUMANIDAD. NO ESTOY DE ACUERDO CON LAS VENGANZAS, NI LOS ODIOS, PERO SIGO SIN PERDONAR LA MUERTE DE LA INGENUIDAD, EL ABUSO, LAS FALTAS QUE HOY SE ESCONDEN.
ReplyDelete¿CÓMO PERDONAR TANTO HOMICIDIO A LA INGENUIDAD? , ¿COMO ACEPTAR EL SUICIDIO DE UNO DE LOS PILARES QUE LA SOSTUVO?.
¿CÓMO PERDONAR?
... CÓMO PERDONAR?. CÓMO PECAS PAGAS, Y NO ESTOY DE ACUERDO CON EL ATENTADO AL PAPA, NO LO JUSTIFICO, PERO NADA SABEMOS... NADA.
ReplyDeleteALGUNA VEZ, AUNQUE NO LO CREAS, QUISE SER SACERDOTE. Y HOY SÓLO TENGO UN SENTIMIENTO BORRADO, ASESINADO POR LOS SECRETOS DEL VATICANO.
Pues no conocía o no recordaba este hecho. Mayor aún lo que han explicado en los comentarios de la madre.
ReplyDeleteNos dejas con un suceso real que da para mucha reflexión.
Según tu última reflexión perdonar se limita a no guardar rencor (algo similar a la envidia, que en el pecado lleva la penitencia), ni afán de venganza. ¿Seguiríamos hablando con esa persona, o la ignorariamos?¿tendríamos alguna relación con ella, que no fuera obligada (,por el trabajo, por ejemplo)?
Nos dejas pensando Myriam.
Besiss
Un buen resumen has hecho, yo algunas cosas la desconocia. Interesante haberlas descubierto. Gracias a ti.
ReplyDeleteUn abrazo.
Una gran reflexión la que nos propones desde el ejemplo de aquel gran hombre.
ReplyDeleteNadie es Dios. Nadie tiene el don de "perdonar" realmente. Pero como dices, comprender compasivamente, perdonar y olvidar en nuestro corazón, que no es sinónimo de transigir o ceder, es el primer paso para la sanación del alma del ofendido. El otro ya se busca su propio camino él solito.
Un placer reencontrarte por estos lares.
Besos
Pues si, no se debe vivir con odio corroe la sangre y el perdón tiene que ser absoluto: esos medios perdones : son como las ascuas que en cuanto da un poco de aire se avivan...
ReplyDeleteUna buena reflexión hay que saber perdonar y sino poner distancia para no hacerse daño.
Disculpa Myr es que no me había enterado de este jueves;con lo que a mi me gusta leeros:)
Un abrazo con ceniza y calima
Como perdonar a quien jamas ha pedido perdon ni lo pedirá?
ReplyDeleteTremenda cosa, amiga
Un abrazo
Perdonar siempre lleva algo de olvido, que incluso en algunos casos es necesario, para encontrar la paz y el descanso.
ReplyDeleteUn placer leerte
Beso
Me gusta mucho tu entrada y la reflexión final muy buena, perdonar se encuentra la paz, el rencor pesa a lo largo de la vida.
ReplyDeleteUn abrazo Myriam.
Muy buena entrada. Del rencor queda angustias... perdona y te perdonas... incluso si no te lo piden.
ReplyDeleteBesote
Es un tema interesante porque, según lo la conclusión, ¿hace falta siempre arrepentimiento por la otra parte para perdonar? Quiero decir que perdonar puede ser algo beneficioso para quién ha sufrido con independencia de lo que haga el agresor. Una forma de olvido, de pasar página y de intentar seguir con tu vida...
ReplyDeleteNunca lo he tenido muy claro, para mi, como comentaban por ahí arriba, el perdón y el olvido viven muy juntos.
ReplyDeleteYo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón deciía Borges , que importante tu reflexión me ha gustado mucho , Juan Pablo II predicaba con el ejemplo , un lider indiscutible.
Los quiero invitar a una convocatoria de relatos cortos, que espero quieran participar. Un ejercicio de fantasía con un personaje con el que tendrán que interactuar. convocatoria libre a su estilo.
ReplyDeletehttps://adoquines-mojados.blogspot.com/2021/11/convocatoria-libre-mi-historia-con-un.html
Pueden colocar en comentarios el link de su historia.
Gustab.
¡Qué buena reflexión sobre el perdón, Myriam! Beneficia al que la hace, lo engrandece y le permite seguir con su vida sin anclarse en el odio, la ira o el rechazo hacia el otro.
ReplyDeleteDesconocía el atentado de Juan Mª Fernández, todo un descubrimiento para mí.
Estuve en Roma y vi la devoción que la gente tenía hacia Juan Pablo II. ¡Cómo se postraban ante él ya fallecido! Y aún no estaba canonizado.
Un abrazo, Myriam
Olá, Myriam, eu lembro dos fatos horrorosos, mas aqui você contou com mais detalhes, gostei bastante da sua postagem. Esse é o mundo que vivemos, quem diria que aquele papa seria atacado de uma maneira tão doentia e tão covardemente.
ReplyDeleteUma feliz semana pra você!
Bjins