Convocatoria de Dorotea desde su blog "Lazos y raíces"
con el tema de "Metáfororas" (al menos 3)
Viajar en tiempos de pandemia no es algo fácil y es todo un ejercicio en el armarse de paciencia en una época en que el tiempo vale oro. Primero que todo, hay pocos vuelos y uno se sube a lo que puede y como puede, no importa si te das la vuelta a América para llegar a París pasando por Japón con varias escalas, esperas, trámites y cambios de avión. Luego, para embarcar se necesita una prueba negativa de PCR y otra al llegar a Destino. Igualmente, al regreso. Además de los habituales protocolos de Seguridad, hay que seguir los protocolos de Sanidad que implican los análisis antes mencionados, barbijos durante todo el vuelo, alcohol, guardar distancia social, llenar una serie de declaraciones juradas, mostrar QR de tránsito o desembarque por cuento país se pase, certificado de vacunaciones hechas, locación para los días de aislamiento, seguro médico con cobertura Covid-19 y la mar en coche. Todo esto con largas y tediosas colas sin posibilidad de sentarte.
Claro que luego, cuando estás apto para encontrarte con tus seres queridos que no has visto en mucho tiempo, sientes que tocas el Cielo con las manos.
Pero viajar no es fácil, no. Y los que lo hacemos sólo es por necesidad, no turismo. Viajar en el Siglo XXI vuelve a ser privilegio de unos pocos, que eventualmente hemos practicado suficiente meditación y otras técnicas de relajación; que nos adaptamos a cualquier situación y somos capaces de solucionar creativa y eficientemente cualquier percance por estrambótico que sea y que podemos aún pagar 100 dólares por análisis de PCR (4 en total), además del pasaje, seguro médico, etc.; y que poseemos, como en mi caso, varias residencias y ciudadanías, por lo que siempre no importa hacia dónde, estoy volviendo a casa.
(Sólo espero que viajar per se no se convierta en una metáfora).
Nota:
La imagen de la viñeta la tomé prestada de la Red.
Las otras dos son mías, tomadas en el Aeropuerto Internacional de Ben Gurión en Israel.
Un periplo inmenso. Vaya viaje, pero seguro que valió la pena.
ReplyDeleteUn abrazo
-Con tocar con las manos el Cielo : ya eso es la máxima felicidad en el amplio sentido. Paciencia no queda otra, y el tiempo un bien escaso.
ReplyDeleteQue razón tienes con estos viajes que no sean muy necesarios;te entiendo perfectamente.
Un abrazo feliz miércoles Myr
La pandemia ha cambiado muchas cosas. No solo en lo referente a los viajes. Hay todavía bastante temor generalizado a estar con gente en lugares poco ventilados.
ReplyDeleteUn abrazo.
He dejado de viajar (aunque mis viajes no son como los tuyos) pero se de quien no tiene mas remedio y menos mal que es una persona avezada en estos tramites porque la paciencia es necesaria. Un abrazo grande
ReplyDeleteViajar siempre me gusto y lo hecho, ahora evidentemente no se puede como bien has dicho en tu entrada no a niveles como tú evidentemente, pero bureo ya llegaran mejores tiempos nos queda el coche que por cierto dentro de poco tampoco podremos por el pago de las autovías aj en fin la vida cada vez cuesta más dinero. Un besote garnde.
ReplyDeleteDímelo a mí, que han reducido horarios en trayectos tan habituales como Valladolid-Burgos...
ReplyDeleteUn beso.
Viajar siempre es necesario y un placer, pero debemos de reconocer que el mundo cambió con la maldita pandemia y es muy probable que nada sea ya igual.
ReplyDeleteUn abrazo y feliz semana.
Vaya viaje, y digo lo mismo que Juan, ahora los lugares han cambiado a causa de la pandemia.
ReplyDeleteBesos y feliz descanso.
Me ha encantado tu manera de plasmar el engorro que supone viajar durante esta pandemia. Todo un compendio de paciencia que pone a prueba los nervios de la gente más tranquila.Como tu bien dices, que no se convierta, viajar, en una metáfora.
ReplyDeleteEl relato muy bueno, las frases muy bien engarzadas y la viñeta genial. Me has hecho reír.
Un abrazo.
Por eso sólo viajo por los alrededores por ejemplo del salón a la cocina, jajajja.
ReplyDeleteAhora en serio, tal como está la cosa, no me extrañaría nada que como tú bien dices, se convirtiera en una metáfora.
Besitos.
Por los que viajen en su sillon la pandemia afecto muy poco....
ReplyDeleteÉ um privilégio viajar e, enquanto não estivermos absolutamente livres da pandemia, será sempre uma preocupação acrescida.
ReplyDeleteAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Hace tiempo que no viajo, Myr, pero visto lo visto casi hay que pensárselo un poco :-9) Por experiencia de otros, ciertamente, la es en sí mismo todo una aventura metafórica :-9
ReplyDeleteMuy bien traído, Myr.
Un beso enorme.
Qué desalentador el panorama de viajero que nos muestras Myriam! Ojalá pronto se pueda volver a la normalidad que deseamos, sin temores ni exigencias molestas! Muy bien dispuestas las metáforas apuntalando el texto. Un abrazo
ReplyDeleteDesde hace unos años mis viajes han pasado a ser nacionales y si es posible en mi coche (creo que hace diez años que no subo en avión) y es que el periclo de embarcar una scooter o silla de ruedas y que no salga destrozada creo que casi supera el periclo de viajar en tiempos de covid....besos.
ReplyDeleteVaya, me he quedado traspuesta con lo de tantas ciudadanías, uf, (yo pensaba que mi caso era raro con tres 😀) ; pues así sí tiene que ser muy difícil y complejo teniendo varias residencias ¿lo sigues haciendo?
ReplyDeleteHas dejado un gran testimonio de esta época tan loca que nos ha tocado vivir.
Un abrazo, Myriam
A mí me encanta viajar, y lo haré mientras pueda, además, ya las cosas se están normalizando, y no podemos estar metidos en una vitrina.
ReplyDeleteUn beso enorme, querida Myr.
HOLA a TODOS:
ReplyDeleteNo se imaginan como me gustaría en esta época tan "delirante" tener a todos mis seres queridos (familiares y amigos) en el mismo lugar y si fuera posible, a distancia de pocas cuadras, lo justo para hacer ejercicio (sin necesidad de tener que conducir automóvil, de hecho el mio en Tel Aviv, lo vendí). Pero en mi caso, no puede ser real y por ello, seguiré viajando, cueste lo que cueste. Por de pronto, parte de mi sueño se cumplió y desde que estalló la pandemia (que me agarró en lo que iba a ser un viaje de tres meses) vivo en Montevideo a tres cuadras de mi hija -divorciada- y cuatro maravillosos nietas.
Esperemos que en algún momento volvamos a la normalidad.
De todas formas, seguiré viajando. ABRAZOS a todos y a cada uno.
Hola Myriam, viajar ahora es toda una odisea, me ha gustado mucho las metáforas que has elegido y como lo has relatado.
ReplyDeleteUn beso🌹
Verdad, verdad. En lugar de ser un placer, se convierte en una Odisea. Esperemos que pronto se solucione todo este mal que está rodeando el mundo, yque jamás, el viajar, que uno de los actos más bellos de la Tierra, no se convierta en metáfora.
ReplyDeleteAbrazo (Rosana)
Vale la pena todo el proceso si con ello pasas tiempo con la familia.
ReplyDeleteSon viajes difíciles por todo lo que sucede.
Abrazo
Viajar se hace difícil pero no imposible, quien tenga la oportunidad de viaje pues que viaje a visitar a sus seres queridos, a esta pandemia hay que cuidarse y cuidar de los demás, hay que tenerle mucho respeto pero no miedo.
ReplyDeleteMis saludos y abrazos querida Myriam. Me ha encantado leer tu texto, muy bueno. Te deseo un lindo día.
Lola
Con la cantidad de turismo que se ve en todas partes, parece que lo de la pandemia no vaya con nadie.
ReplyDeleteUn abrazo.
Todas las metáforas son buenas pero la que más me ha gustado, aunque en tu caso no lo sea, es que "en todos los viajes estoy volviendo a casa"
ReplyDeleteBesoss Myr
Además, todas estas medidas y burocracia han venido para quedarse es un nuevo mundo hasta hace poco tiempo inimaginable.
ReplyDeleteUn placer leerte
Beso
Una crónica de la actualidad con efectivas metáforas-
ReplyDeleteCumpliste bien con la consigna.
Un abrazo.