Ese día, Hassan asegura que se hizo una promesa a sí misma:
nunca más volvería a quedarse en ningún sitio donde se la denigrara. Y a
partir de esa decisión, su vida comenzó a dar un vuelco. Apostó por ser
una ciudadana más activa en política, por asistir a marchas a favor de
los derechos sociales en Ammán y se postuló para trabajar en la
Organización Jordana de Mujeres Árabes (AWO).
“Desde
que era pequeña ya sentía que por ser niña estaba en desventaja con los
niños. Ya de adolescente fui consciente de la violencia contra nosotras
que existía en muchos de los sitios en los que me encontraba. Esto me
hacía ser una persona llena de rabia, con una vida que no quería, muy
negativa. Por eso, cuando descubrí al feminismo me di cuenta de que ya
había encontrado un sitio desde donde dar la batalla”.
Y
así ha sido. Hassan formó parte, como una de las organizadoras, de la
campaña ciudadana que se desplegó por toda Jordania para pedir la abolición del artículo 308 del Código Penal
de su país, que obliga a las víctimas de violaciones a casarse con su
agresor para proteger, supuestamente, el honor de su familia. Este
artículo, en vigencia desde 1960, establecía que si se firma un contrato
de matrimonio legal entre el agresor y la víctima, “se detendrá
cualquier proceso judicial. En el caso de que se haya dictado sentencia,
la ejecución de la pena quedará en suspenso”. Según los datos del
Ministerio de Justicia en Jordania, un promedio de 159 violadores se
acogieron a este artículo entre los años 2010 y 2013. Alrededor de 160
mujeres denuncian haber sido víctimas de violación cada año.
"Cuando descubrí al feminismo me di cuenta de que ya había encontrado un sitio desde donde dar la batalla"
“Es
imposible mantenerte pasiva cuando en tu país las ciudadanas somos
sometidas a este tipo de leyes. No lo dudé, a través de AWO me sumé a la
campaña y aprendí a conocer esa gran fortaleza del movimiento feminista
de mi país; estamos unidas dos grandes generaciones, estamos unidas
desde diferentes países de nuestra región, somos fuertes. En Jordania,
las mujeres salimos a las calles hasta conseguir que cambiaran las leyes
machistas”, asegura.
La campaña comenzó en el 2014 y
duró tres años. En ese período, los movimientos feministas viajaron por
todo el país para recoger firmas a favor de la modificación del Código
Penal. “En un día llegamos a recoger cinco mil, esto en la Jordania más
conservadora parecía imposible”, recuerda. Además, realizaron marchas en
las principales ciudades, protestaron frente al Parlamento y llamaron
la atención de los medios de comunicación.
Según Hassan,
una de las estrategias más importantes para incidir políticamente en la
sociedad jordana fue documentar la historia de 22 mujeres que habían
sido obligadas a casarse con su violador. Esto permitió que la sociedad y
partidos políticos comenzaran a visibilizar las consecuencias de esta
ley en muchas niñas y mujeres. “El primer gran logro fue en octubre del
2016, cuando el rey Abdullah II ordenó reformar el Código Penal”,
cuenta. “Ante este escenario, las feministas decidimos dar el empujón
que faltaba, presionamos para tener una representación, un derecho a la
palabra en el Parlamento el día que se discutiera esta reforma,
intensificamos la campaña y lo logramos”.
El 1 de agosto
del 2017, el Parlamento las escuchó, y luego votó a favor de abolir este
artículo del Código Penal, además modificó el resto de artículos que
dejara alguna posibilidad de impunidad frente al delito de violación.
“Fue uno de los días más felices de mi existencia, porque eso ha sido
cambiar la vida de muchas mujeres, la mía propia, porque ninguna estamos
a salvo de este sistema machista. Fue una gran año para las mujeres de
Jordania, pero también ese año se sumaron a la reforma legal otros
países como Túnez, Marruecos, Egipto y Líbano”.
Sin derecho a la nacionalidad
Desde
una de las oficinas de AWO en Ammán, Hassan ahora gestiona otras
campañas y proyectos con organizaciones internacionales. Desde el 2018,
una de las prioridades para las feministas en Jordania es lograr que las
casadas con extranjeros puedan dar la nacionalidad a sus hijos.
“La
Constitución establece que los hombres y mujeres somos iguales, pero es
mentira. Y esta ley lo demuestra porque establece que una mujer jordana
no puede dar nacionalidad a sus hijos porque la que prevalece es la del
padre. Es así, funciona diferente para los jordanos. Las esposas
extranjeras y los niños de los hombres jordanos reciben automáticamente
la ciudadanía. La ley también estipula que los hijos heredan la
nacionalidad de su padre sin importar dónde hayan nacido, incluso si
jamás ponen un pie en Jordania”, critica.
Uno de los
casos que documenta Hassan es el de Najah Irshaid, una mujer que lucha
para conseguir que sus dos hijos puedan acceder a la nacionalidad
jordana. “Han nacido aquí, han estudiado aquí, se saben el himno
jordano, pero no disfrutan de los derechos que le corresponde porque su
padre es palestino, y yo como madre no puedo darles mi nacionalidad. Si
yo enfermara, ellos no podrían donarme sangre, tendrían que pagar. Ellos
no tienen acceso a nada, ni a comprar una tarjeta SIM de móvil”,
explica Irshaid a Hassan en la sede de AWO.
Hassan apunta
el resto de los datos que denuncia Irshaid sobre su situación. Unos
datos llenos de injusticias, como que sus hijos deben pagar el doble que
un estudiante jordano a partir de la secundaria, al igual que con la
sanidad a partir de los 18 años o para sacarse el permiso de conducir.
“Estas dificultades las viven las hijas de jordanas por partida doble
porque, además de no contar con la nacionalidad de sus madres, deben
superar los obstáculos por ser mujer en esta sociedad. Doble dificultad
para conseguir trabajo, para encontrar un cupo en la universidad y un
largo etcétera”, describe.
Para conseguir este cambio,
las feministas están trabajando la incidencia política desde el 2016 con
un pie en el Parlamento y otro en la calle. El movimiento feminista
jordano ya tiene presencia en los medios de comunicación social, en
reuniones con los políticos, y con más organizaciones de desarrollo
social. “Nunca hemos abandonado las calles, pero ahora trabajamos más la
incidencia”, insiste Hassan.
Desde el 2019, ha viajado
en dos oportunidades hasta Barcelona, invitada por la organización
catalana Associació Catalana per la Pau, en la que ha podido continuar
con su trabajo de incidencia política. En España ha denunciado en
distintos escenarios la situación de las mujeres en Jordania,
especialmente la de las refugiadas que han llegado al país tras la
guerra de Siria.
“Nosotras sabemos de primera mano que
ellas están sufriendo mayor marginación en nuestro país. Nuestras
compañeras sirias padecen violencia sexual y no denuncian por miedo a
ser expulsadas de Jordania, lo que permite a los violadores actuar con
total impunidad. Y otro gran problema es el acceso al empleo. Os doy un
dato: el Estado jordano concedió 96.000 permisos de trabajo, solo 1.600
fueron para mujeres, cuando la mayoría de ellas han perdido a sus
maridos y ahora tienen una amplia carga familiar, por lo que están
viviendo un verdadero calvario”.
Con las elecciones
legislativas que se llevaron a cabo el pasado 11 de noviembre, la
representación política de las mujeres se redujo de 20 escaños a 15 pese
a que se presentaron un total de 365 candidatas. La organización donde
trabaja Hassan, con apoyo de otros grupos feministas, denunció que la
Junta Electoral se excusó en la crisis sanitaria que vive el país para
decretar cuatro días de confinamiento domiciliario, lo que impidió a las
mujeres salir de casa por ser las responsables de los niños y los
abuelos.
Aquí nos llevamos las manos a la cabeza. Pero es una realidad nada extraña en algunos países.
ReplyDeletePor los derechos de la mujer, por la igualdad. Un abrazo
Son mujeres como ella las que consiguen los logros para otras mujeres, es necesario que hombres valientes se sumen a esas luchas pero no parece probable. Un abrazo
ReplyDeleteTodos los pueblos árabes viven muy condicionados por la religión musulmana, Jordania lo es, a los católicos les está costando mucho quitarse el peso de su religión y eso que viven en el años 2021, a los musulmanes que viven en el 1442, le queda un poquito más, en ambas religiones se lucha por conseguir libertades y las mujeres, las más perjudicadas, están en ello.
ReplyDeleteSaludos
Dar el salto desde la prehistoria a la modernidad no es fácil, pero es un camino que hay que recorre, y rápido.
ReplyDeleteMusu bat.
Esas mujeres son valientes, gracias a ellas la situación de las mujeres va mejorando. Yo respeto todas las religiones, pero las que ponen condiciones/trabas por el echo de ser mujer, simplemente no las entiendo.
ReplyDeleteUn reportaje maravilloso.
Gracias Myriam . Feliz semana.🌺🌷
Poco a poco la mujer va tomando el lugar que en justicia le corresponde. En algunos países, como el citado, donde la tradición patriarcal tiene mucho recorrido no lo tienen nada fácil.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Las cosas van cambiando y hay que dar las gracias a mujeres como la que nos comentas que expone sus creencias por una igualdad. Muy buen articulo. Un beso y feliz semana.
ReplyDeleteNo se puede dar ningún derecho por sentado, todos se pelearon para lograrse y deben seguir peleándose para mantenerlos. En cuanto se baja la guardia te toca empezar de cero...
ReplyDeleteHola, que sigan luchando siempre por sus derechos. Me parece tan denigrante ese trato, tan inhumano.
ReplyDeleteSaludos
¡Bravo por Hassan!
ReplyDeleteSin personas como ellas la vida no avanzaría.
Es muy inspiradora esta historia que nos compartes de esta admirable mujer, con fortaleza, es complicado para las mujeres actualmente, hay mucha violencia en su cintra, yo estoy y estaré a favor de ellas y siempre las apoyare, aunque es triste no solo como se les menosprecia por machistas, también es triste que por lo menos en mi país , ya hay mujeres que se dicen feministas y en realidad están apoyadas por intereses políticos, salen a las calles a agredir y vandalizar copiando lo mas feo del hombre, lo que menos les importa son los derechos de las mujeres, solo les importa la cantidad económica que perciben por cierto grupo político que las utiliza, claro no todas, las reales ni siquiera salen a la calle porque están trabajando, luchando por salir adelante, no siempre todo es lo que parece.
ReplyDeleteGracias por otro gran articulo amiga Myriam
que vivan las mujeres
ReplyDeletete dejo mi huella
Se va caminando por buen camino... Ojala se llegue a la justicia que todos tenemos que disfrutar.
ReplyDeleteBesote guapa
Qué difícil sigue siendo la lucha por los derechos de las mujeres!. Ese articulo vigente en Jordania que obliga a la victima a casarse con el violador para disminuir el deshonor es aberrante!
ReplyDeleteBesotes y gracias por difundir a estas luchadoras.
Querida Miriam, como esta gran mujer hay en el mundo miles de mujeres que luchan y resisten a la violencia machista avalada desde muchos Estados que, pese a haber suscrito la defensa de los derechos humanos, siguen viendo a las mujeres como a cosas. Nosotros los hombres, los que hemos entendido hace ya mucho tiempo que las mujeres son parte fundamental de las sociedades, debemos continuar luchando al lado de nuestras compañaeras para que se les respete y se les dignifique como los seres humanos que ellas son.
ReplyDelete¡ No al maltrato a la mujer !
Admirable esta mujer y muchas más que con tantos inconvenientes están luchando y avanzando, aunque cada día se lo pongan más difícil.
ReplyDeleteEstupenda reseña.
Abrazos.
ReplyDeleteQue importante poner en el sitial que le corresponde a la mujer y su lucha permanente en pro de sus derechos. Un abrazo.
Gracias mi querida Myriam por tus artículos tan, tan necesarios en los tiempos que corren.
ReplyDeleteUn abrazo enorme.