Imagen y convocatoria de Dorotea del blog "Lazos y raíces"
Era verano recalcitrante -para más INRI, Agosto- y época de vacaciones. Dorotea me mandó preparar el equipaje. - ¡No quiero viajar sola!- recuerdo que le dije molesta, a lo que ella me contestó con infinita paciencia y voz calmada: -Elije alguien con quien irte entonces, pero ese viaje a los Archivos Generales de la Corona de Aragón debes hacerlo si quieres concluir tu tesis. Tu investigación sobre Violante de Bar no estaría completa sin haberlos estudiado. Te sorprenderá lo que allí puedes encontrar.
Sabía en mi fuero interno que no debía discutir con ella porque Dorotea, mi directora, siempre tenía razón. Por algo la había elegido como mi directora, valga la redundancia.
Llegué a casa y subí apresurada al desván a buscar la vieja maleta de cuero marrón. No sé muy bien por que quise viajar justo con esa; habitualmente lo hacía con la negra de Samsonite, que al ser de fibra era más liviana. Al agarrarla apresuradamente de un estante del ropero que tenía allí, se me abrió volcando de su interior un paquete envuelto con papel manteca y atado con una cinta dorada. Llena de curiosidad desaté el moño y abrí el paquete, adentro había doblada una tela bordada con este escudo:
de Violante de Bar,
quien nació en Francia c:a 1365-
falleció en Barcelona en 1431;
Culta, políglota, lectora y escritora,
dejó un legado de 45
volúmenes de cartas
en las que nos habla de la vida
política y cultural del momento
así como de su papel como hija, esposa y
madre.
Escritas en latín y catalán, estas cartas constituyen
una de las colecciones más
extensas
escritas por una mujer en la España medieval.
Violante se casó con Juan I de Aragón, apodado el cazador,
al enviudar de su primera mujer Marta de Armagnac,
muerta al parir su quinta hija que también murió en el parto.
El Rey se dedicaba a la caza, bien le vale este su apodo,
y Violante sabiamente gobernaba
e impulsaba las artes.
Tomé el paño para observarlo detalladamente, era el escudo de Violante de Bar, "¡¡lo sabía!!", exclamé maravillada y lo froté con cariño. Lo froté aunque no tuviera en mis manos la lámpara de Aladino. Fue entonces cuando un ligero resplandor tiñó el desván iluminándolo todo. Y allí se me apareció, en medio de una nube, delicada y bella con una gran sonrisa, majestuosa, la Reina.
Y yo que va, ni Archivo, ni tesis, ni nada. Del patatús que me dio amanecí en Urgencias del Hospital con un infarto de miocardio y luego, me vino otro..... ¡patapum!. Recuerdo que me administraron oxígeno, recuerdo que masajearon mi corazón y luego desfibrilaron dos o tres veces. Después recuerdo haber oído fuerte y vibrante la voz de San Pedro que me decía: -¡Jaque mate! muchacha, esta es la última partida.
Gracias a todos los amigos que siempre están conmigo
Ay, que final..., amiga... Que final... Un relato trepidante.
ReplyDeleteUn abrazo, y el deseo de un verano feliz
Esa Violante debía ser muy aficionada a empinar el codo. Lo digo por lo de "Bar".
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Pero entonces... ¿Quién la palma?
ReplyDeleteTu no, porque estás escribiendo...
Que intriga dolor de barriga... :)
Besos y salud
Todo se aprovecha para ilustrarnos con la Historia, lo mismo un relato, que un viaje, en este caso un no viaje.
ReplyDeleteSaludos.
Cómo me gustan estas historias de mujeres de un pasado tan lejano. El trágico final me ha sacado una sonrisa por lo expresiva que has sido al contarlo. Me ha encantado
ReplyDeleteJolines espero que no sea nada, o solo el efecto de concentrar en tiempo y espacio a dos mujeres tan afines. Muy buen relato, besos.
ReplyDeleteEs que una aparición así es para que te de un patatús. Menos mal que sobrevivistes.
ReplyDeleteUn abrazo
que bueno que tu personaje central sea un ¡escudo! ja... me gustó la idea con esa referencia y la descripción....
ReplyDeleteparece que estuvo bueno entonces también la idea de este jueves con el tema... saludos!!
El final me gusta...y tenía años que no escuchaba patatús :D
ReplyDeleteBesote
Gostei de ler o relato, triste final! Gostei também de conhecer seu blog!
ReplyDeleteEstou a seguir!
Abraço!
DINA:
ReplyDeleteBem vinda!
O prazer é todo meu.
Um abraço
En las vacaciones se queman las directoras !
ReplyDeleteTal vez la reina no debió aparecer tan abruptamente.
ReplyDeleteQué interesante, Myriam, has hecho bien en escoger este personaje como centro de tu historia. No la conocía. Un abrazo y gracias por compartirla.
ReplyDeleteA partir de ahora pesarán sobre mí no solo las culpas cotidianas de cocinera del montón, aparcadora raspacolumnas y parlanchina digital (por mencionar algunas de las nombrables), no, la cosa va a peor. Te obligué a afrontar un reto paranormal que no aguantaste dejándonos de paso con la miel en los labios porque en lugar de entrevistar a Violante de Bar allá donde estéia sin frontera... te refugiaste en la presencia del santo conserje San Pedro. Ay, de corazón, gracias por tu entretenida aportación. Un gran abrazo
ReplyDeleteVivir momentos de alucinación flotando en la nube.
ReplyDeleteUn feliz fin de semana.
Hay tantas cosas que desconocemos de la intimidad de aquellas mujeres. Desde una perspectiva actual, se han estudiado poco y se han difundido menos sus testimonios. ¡Gracias por este y gracias a ti por tu constancia!
ReplyDeleteSan Pedro tienes las llaves, muchacha
ReplyDeleteGracias por tu cuento! Es un incentivo para escribir cartas o mantener un diario de vida. Quien sabe, en 700 cientos años pueda haber alguien... y, además, una directora...
ReplyDeleteUn abrazo
Hola Myriam,
ReplyDeleteQue interesante texto! No conocia a tu personaje. Me encanta aprender de otras nacionalidades, enriquece mi mente. Gracias por compartir.
Un saludo
Me encantó la historia, dentro de tu historia. "patatus", je, qué gracia... Mi abuela materna decía mucho esa palabra, hiciste que la recordara con cariño.
ReplyDeleteSupongo que a veces, la curiosidad se nos muestra irresistible...
Saludos!
Posibles historias. Con un patatús incluído. Un viaje al pasado muy bueno
ReplyDeleteUn saludo