Capitán había sido de sueños soñados,
de sueños bien vividos,
de sueños bien vividos,
en lejanas tierras, atracando en sus puertos,
visitando sus gentes.
El mar canturreaba en la orilla,
acariciando su espuma la playa.
Lejos, muy lejos en un puerto lejano
había dejado a su amor.
Soplaban malos tiempos:
la Compañía naviera quebró.
Despojado de barco, no pudiendo llegar a sus brazos,
no pudiendo besar a su amor, desconsolado lloró.
Un día, al llevarse el mar sus lágrimas,
una ofrenda de conchas marinas,
valioso tesoro, le dio.
Su dolor no cedía, añoraba sus brazos, añoraba sus besos.
Vagó de bar en bar, perdido en etílica niebla,
y luego mar adentro, en una balsa pequeña,
con la esperanza de llegar a buen puerto.
Pero el mar, desconociendo al capitán sin su barco,
furioso lo expulsó hasta dejarlo tatuado en la roca.
Todas las imágenes son mías. La primera fue publicada en FB el 9 de Agosto, 2016.
El mar impone sus reglas: separar a los amantes y complicar las travesías. Y un capitán sin barco está desnudo frente a las olas.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Le désespoir d'amour a transformé le Hollandais volant en surfer !
ReplyDeleteUf, pobrecito, tatuado en la roca, que golpe se llevaría!! :)
ReplyDeleteBesos y salud
Ser tatuaje uno mismo, apenas rasgo, apenas recuerdo, apenas registro de lo que se quiso tanto... hermosa metáfora. Un abrazo
ReplyDeleteUna reflexión interesante...
ReplyDeleteBesote
Los capitanes navegan por mares llenos de sueños y siempre dejan amantes anclados en puertos solitarios... pero al final es el mar quién impone sus propias reglas...
ReplyDeletequedar tatuado en una roco, wommm vaya !!!
ReplyDeleteEs cierto , un Capitan sin su barco se convierte en un tatuaje , hay un muelle de rocas en una isla del Pacifico con tatuajes de Capitanes Bucaneros esperando inutilmente que sus amadas besen las rocas y lo liberen
ReplyDeletePor grande que sea su deseo, el mar impone
ReplyDeleteUn abrazo
Para un capitán el peligro no está en no saber llevar el timón, sino saber que no tiene un puerto al que llegar.
ReplyDeleteHas colocado las imágenes muy bien haciendo un recorrido por las letras. Me imagino que es un lugar cercano a ti :-)
Un beso.
El poder del mar es inmenso y poco le importa un capitán más o menos. Besos, abrazos y feliz verano, querida Myriam.
ReplyDeletePaso por aquí a saludarte y me saluda la brisa marina. ¡Qué gustito!
ReplyDeleteBesos, Myriam.
Un capitán sin barco, un amante lejos de su amada, tal vez esa estampación contra las rocas fue para el toda una liberación a tanta desventura.
ReplyDeleteUn abrazo.
Y eso que dicen que los marineros tienen un amor en cada puerto...
ReplyDeleteAhí tienen un poema, canto al amor, a la fidelidad y al desconsuelo.
Enhorabuena.
Queda el reconocimiento y la alegría de saber que existen esos buenos amores
ReplyDeleteSaludos