Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego
hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.
Un destino condujo diestramente
las
horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las
gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente
sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo,
sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos
plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa,
el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que
estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo
sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay
paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los
otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y
en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el
dolor es tierno.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.
Gracias a todos los amigos que enriquecen mi vida
Es precioso, los amigos son un sustento magnifico, sirven para todo, seamos agradecidos y demostremoslo aprendiendo a ser buenos amigos nosotros tambien. Saltos y brincos
ReplyDeleteUn gran poema de un gran poeta. Y un mensaje final precioso.
ReplyDeleteUn abrazo, Myriam.
Los amigos, la familia que uno puede elegir.
ReplyDeleteBesote guapa
Precioso poema.
ReplyDeleteGracias a ti por estar ahí.
Musu handi bat.
:)
ReplyDeleteBesos y salud
Me ha encantado.
ReplyDeleteBesos
Precioso, Myriam, me encanta, bonito poema de Gil de Biedma
ReplyDeleteGracias a ti
Besos
Una gran inspiración a través de este paisaje del mar de Galilea, recuerdo unos buenos momentos al pasar por allí.
ReplyDeleteUn abrazo.