Sevilla (2) Plaza de España, Plaza de América, Parque Maria Luisa y el Museo Aqueológico

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Una de las maravillas de Sevilla es  la Plaza de España, un conjunto arquitectónico monumental  espectacular, en el Parque María Luisa,  de arquitectura  regionalista,  de inspiración neorenacentista con algo de neomujdéjar. (La arq. regionalista  surge a finales del S. XIX y  principios del S XX -como reacción al modernismo-  y  se inscribe en la corriente historicista,  buscando realzar un estilo propio, histórico,  del lugar). Este complejo constituyó el proyecto emblemático de la Exposición Iberoamericana de 1929,  cuyo objetivo principal era afianzar los lazos de  hermandad de España y Portugal con las que fueron sus colonias en América. La plaza tiene 200 metros cuadrados de diámetro, con forma semi-elíptica simbolizando el abrazo de España a sus antiguas colonias y mirando hacia el Guadalquivir como camino a seguir hacia América. Recordemos que Sevilla tuvo  durante el Siglo de Oro el monopolio del comercio con las colonias de América. La superficie total del complejo es de 50.000 mts cuadrados (19.000 edificados y 31.000 libres).

El conjunto monumental de Plaza de España fue proyectado por el arquitecto sevillano Aníbal González (1876-1929)  que hasta 1926 fue también el arquitecto director del evento expositivo, sucedido luego por el arquitecto Vicente Traver quien culminara las obras, en las que llegaron a contar con 1000 hombres trabajando al mismo tiempo. Las obras comenzaron en 1914 y finalizaron en 1928. La exposición  fue inaugurada el  9 de mayo de 1929 y clausurada el 21 de Junio de 1930.

Aquí se ve un detalle de la ria con canal semicircular que circunda la plaza con 515 mts de largo, cruzada por cuatro puentes que representan los cuatro antiguos reinos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra. Las balustradas en cerámica de los cuatro puentes, originales eran de 1919 (por fabrica de García Montalbán) fueron reconstruidas en su totalidad en la refacción realizada en 2010 por La escuela taller Plaza España, obra del ceramista Eduardo Reina Carmona, de Cefoarte.

La estructura edilicia consta de un edifico central y dos alas muy largas con edificaciones  intermedias que termina cada una con una torre de 74 mts de altura, las Torres Norte y Sur. En  ella hay cuatro tramos  con 14 arcos cada uno y en la parte inferior, una serie de bancos ejecutados en cerámica que representan las 48 provincias de España, colocadas por orden alfabético,  representando para cada una de ellas su escudo, mapa y algunos hechos históricos relevantes.  La  provincia de Sevilla,  no tiene banco propio, pero está representada en paneles entre tramo y tramo.  Para ver más detalles y en especial las cerámicas de los bancos   pulsar aquí.

                                    Fuente Central , obra del arq.  Vicente Traver (1888-1966)

                                                                 Hay humo a la vista

Aquí podemos ver al  gran arquitecto sevillano Don Anibal Gonzalez (1876- 1929) lidiando con el humoroso castañero.  Esta estatua del arq. se agregó  al complejo en 2010 y el castañero en noviembre  del año pasado, por lo que puede apreciarse la frescura de los rasgos de su cara, su chaleco rojo sobre camisa blanca de algodón extremeño y sus jeans, último modelo made in China. El carrito de latón está hecho en estilo neo-hortera  y la sombrilla en plástico verde da-da-sombra. 

                  Museo Arqueológico, antiguo Pabellón de Bellas Artes, en Plaza de América

                      Etapas: Paleo- Neolíca, E. de Cobre-Bronce, Tartessia, Bética romana, Al-Andalús

El pintor y arqueólogo Jorge Bonsor  (1855-1930) descubre, entre otras cosas,  varias necrópolis tartesias como las de  El Acebuchal, Gandul, Setefilla, etc., estudia las fuentes hitoriográficas (Plinio el Viejo, Estrabón, etc); fue también miembro de varias organizaciones de prestigio internacional y precursor de la arqueología moderna en España.

Por supuesto que  visité  el Museo Arqueológico para empaparme de la Cultura Tartessia (1000-500 AC),  que se cree abarcaba el  sudoeste de la península ibérica (Huelva.Cadiz-Sevilla) alrededor del río Tartessos, que los romanos llamaron Betis y los árabes Wad-al-qivir. ¿Quedaría por esta zona -posiblemente  Gadir-  la mítica  ciudad de Tarshish o Tarsis a la que quería huir Jonás? ¿la misma Tarshish  de dónde  el Rey Salomón recibía en intercambio comercial cada tres años barcos con cargamentos de oro, plata, marfil, monos y pavos reales? tal como dice en La Biblia en el Libro de Los Reyes I (Cap. 10, 22), marcando así las relaciones comerciales que los israelitas mantenían con Tartessos, el reino situado más allá de las columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar), en el Bajo Guadalquivir, que rigió el mítico Rey Argantonio? El enigma no está resuelto y sigue interesando a  arqueólogos, filólogos, historiadores y viajeros por igual.

A 3 Km de Sevilla, en los Cerros del Carambolo por casualidad se encontró en 1958  este tesoro de 21 piezas  de casi tres kg en total  de oro 24 quilates. Al principio se creyó que las habría podido portar un hombre, pero la arqueología se decanta hoy porque pertenecieron a los enseres de un toro que se ofrecía a la diosa fenicia Astarté. El pectoral es típicamente tartesio.   En el museo se muestran las réplicas de este tesoro que se encuentra celosamente guardado en una caja fuerte de un Banco.

Enlace a historia del Tesoro del Carambolo


Enlace a más fotos de réplicas del tesoro del Carambolo.




Continua pasado mañana. 


Notas: Fuentes   Esta página y otras varias de  Wikipedia.
 Las dos últimas fotos son de  Wikipedia.