C- La educación de Nino:
El maestro Don Eusebio de la escuela a la que asiste
Nino y La maestra particular de Nino Doña
Elena, representan dos modelos de enseñanza opuestos. El primero,
acorde a los dictámenes del régimen y la propaganda oficial y la no-verdad
histórica dirigida al pensamiento único para hacer de los ciudadanos autómatas
pro-régimen sin capacidad para pensar por si mismos y/o discernir P94. La
segunda, representa la apertura, la
libertad de pensamiento, el pensamiento crítico, la disensión. Dña Elena,
lic. en magisterio, nacida en Salamanca, P172, hija de médico, catedrático de
fisiología y viuda de un discípulo suyo P173 es la maestra que elije el padre de Nino para que le enseñe a su hijo dactilografía P178, a pesar de ser una maestra represaliada, con
el riesgo que implicaba que ésto se llegara a saber en el cuartel. Esta maestra
va a enseñar a Nino mucho, mucho más de
lo que el padre había solicitado.
Doña Elena, efectivamente, le enseñó a Nino mucho
más que dactilografía y taquigrafía, que
ella agregó al pedido del padre porque
una cosa sin la otra, no servía. Le enseñó poemas, romances, historia, mitología,
etc, etc, pero por sobretodo le enseñó un camino, un destino, una forma de mirar
el mundo, y que las preguntas verdaderamente importantes son más importantes
que cualquiera de sus respuestas P190, P191. La
lectura que le ofrecía Dña Elena era para Nino un elemento de continuidad, un túnel
secreto que
vinculaba las desnudas paredes de su habitación de la casa cuartel con las
cajas de fruta que albergaban una biblioteca viva y escogida en una pobre
casilla de paredes encaladas P191. Así, aquellos libros lo irían llevando hacia otros
libros P192.
También aprendió con Doña Elena que en las personas
valientes el miedo es conciencia de peligro pero que en las cobardes es mucho
más que ausencia de valor, porque el miedo excluye también la dignidad, la generosidad,
el sentido de justicia, altera la percepción de la realidad P192. Y que la
verdad es toda la verdad y no solo lo que nos conviene P199.
Nino no solo aprende de sus padres,
de sus maestros, de sus libros, también aprende de lo que pasa en el
pueblo: en el cuartel, en la calle, en el monte. En esos años en que el mundo se había
puesto boca abajo y nadie conocía aún la forma de enderezarlo P40, P29 Nino aprende que
nadie llora por un traidor P122, aprende que eran días de dos caras con sonrisas
hipócritas y silencios de piedra P96 aprende que todo era ilegal –hasta cortar esparto o
vender productos de granja para
alimentar a sus hijos- y que para sobrevivir había que acatar la voluntad del
terror P 96, P105. Por otro lado, Nino aprende que la solidaridad existe y eso
lo ve en como Las Rubias del cortijo y
Dña Elena se ayudan, o como Pepe presta dinero al padre de Nino para poder
pagar sus clases de máquina P180.
Contribución
a la lectura colectiva virtual que hacemos bajo la conducción de Pedro Ojeda
desde su blog La Acequia. © Myriam Goldenberg.
Nota: citas textuales de la autora en
letra azul del Libro “El lector de Julio Verne” por Almudena Grandes, Tuquets Editores,
Barcelona, Marzo 2012.
Viene muy bien tu entrada con la que yo hice hoy.
ReplyDeleteEn cualquier tiempo la docencia es impagable
ReplyDeleteEnhorabuena Myriam querida, en primer lugar por tu recién estrenado "abuelazgo" por tercera vez, creo. Qué felicidad radiosa que te envuelve, y se percibe. En segundo lugar por estos resùmenes y pasajes del libro de Almudena Grandes, escritora que admiro.
ReplyDeleteUn abrazo grande,
Chusa
Interesante el tratamiento entre pregunta y respuesta y su relación con la justicia, la verdad, y solidaridad, y el proceso de su construcción en el alma del niño a través de los libros donde se encuentra la mitología, la poesía, la historia etc.
ReplyDeleteTambién el papel dinámico de las mujeres en ese ambiente de relegación femenina.
Un abrazo Myr!!!
A propósito felicidades si es que eres de nuevo abuela!!!
ReplyDeleteQué tiempos tan contradictorios para la educación de los niños!! A mí me hubiera gustado tener una Doña Elena en el colegio, ¡qué maravilla de mujer!
ReplyDeleteUn beso
Tendré que leer esa novela, amiga... Es posible que sea yo uno de los protagonistas...
ReplyDeleteUn abrazo
La escuela cumplió, en la época, una función represiva. Todo era acorde a la moral del régimen. De ahí que la autora la contraponga con esas otras formas de aprendizaje.
ReplyDeleteBesos.
El papel que cumple la enseñanza en aquellos tiempos es el de la represión. Recuerdo el extracto en que D. Eusebio baja las notas de Nino por rebatirle sus enseñanzas y aplicar las de Dª Elena y los libros que ha leído. Y su comportamiento con el Regalito.
ReplyDeleteComo bien dices la enseñanza de Nino pasa a través de la Naturaleza (despertar vivo) y su propio descubrimiento de la historia.
Besos, Myr.